Proyecto de ley Rios de Colombia

Por medio de la cual se dictan disposiciones con objeto de reconocer a los ríos y otras fuentes hídricas como sujetos de derechos, y crear el sistema nacional de protección y conservación integral de ríos con especiales condiciones hidrogeológicas, paisajísticas, históricas, ecológicas y culturales.

Introducción

Se requería de un cambio de paradigma y de relacionamiento con la naturaleza para construir una política ambiental que priorice el agua. Nuestra sociedad, nuestra economía y nuestras vidas dependen del agua para prosperar. Desde la industrialización de nuestro país, el represamiento, desviación, contaminación generada por la descarga de sustancias tóxicas y actividades antrópicas amenazan la conservación del agua en Colombia. Hoy, como muchos otros país, nuestros ríos y ecosistemas son extremadamente degradado, y no tenemos otra opción que de innovar y cambiar nuestra relación con los ríos. Y eso, inicia con nuevas leyes.

Base en un estudio rigurosos de la legislación existente, y haciendo referencias a marcos legales de otros países, nuestra coalición ha construido ésta propuesta normativa concebida como una herramienta legal que otorga derechos especiales a los ríos y abre nuevas perspectivas sobre los mecanismos de toma de decisión en torno a la gestión del agua. Cada principios del proyecto de ley se enfocada en contribuir a la protección y restauración de las fuentes hídricas en Colombia, y de fomentar soluciones positivas y pacíficas para la resolución de los conflictos ambientales.

Objetivos y principios del proyecto de ley.

El objetivo principal de esta ley es reconocer a los ríos y otras fuentes hídricas como sujetos de derechos y crear el Sistema Nacional de Protección y Conservación Integral de Ríos con especiales condiciones hidrogeológicas, paisajísticas, históricas, ecológicas y culturales. Para cumplir este objetivo proponemos 8 acciones que deberá desarrollar el Estado, entre las principales están:

Formular una política de transición energética socioecológica que desestimule la inversión y/o aprobación de nuevos proyectos hidroeléctricos al 2030; el desmantelamiento progresivo de hidroeléctricas y estructuras asociadas que hayan cumplido su ciclo y el de aquellas sobre las cuales quede demostrado que no cumplen un propósito social o ecológico activo.
Garantizar siempre, usando la investigación científica mejor tecnología y, los objetivos de calidad que permitan la supervivencia de la vida acuática, la pesca sustentable y el uso recreacional de las aguas.
Garantizar siempre el uso de la mejor tecnología disponible que permita eliminar y/o disminuir las descargas de aguas residuales domésticas e industriales en ríos, acuíferos, arroyos, cascadas, humedales y en general en cualquier cuerpo de agua dulce y aguas de transición para el año 2040, dicha disminución no podrá ser inferior al 80%.
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Una ley enfocada en el agua

Éste proyecto de ley concibe al agua como parte integral de la naturaleza; como un derecho fundamental. Debe ser de dominio público, inalienable, inembargable e imprescriptible; patrimonio natural de la Nación. Al ser considerado un elemento esencial su preservación, conservación, uso y manejo, es de utilidad pública e interés social. Su protección y preservación constituiría uno de los deberes primordiales del Estado.

Principios que fundamental la ley

Son 18 los principios que fundamentan nuestro proyecto de ley, aquí resaltamos estos 7:

Los derechos de la naturaleza, incluidos los ríos y otras fuentes hídricas, los derechos humanos al agua potable, al saneamiento y a un medio ambiente sano son indivisibles e interdependientes.

La naturaleza es un ser vivo indivisible y está conformada por múltiples ecosistemas y millones de especies. Se debe reconocer su derechos a existir, evolucionar y prosperar. El Estado deberá respetar, proteger, garantizar y promover dichos derechos.

Éste proyecto no se limita a que se reconozcan los ríos y todas las fuentes hídricas como sujetos de derechos, sino que los concreta. Proponemos 8 derechos en los cuales se señalan providencias y acciones claras que permitirán garantizar su goce y cumplimiento efectivo. Éstos giran en torno a los conceptos de flujo libre, caudal ecológico mínimo, ciclo hidrológico, calidad del agua, estructura, función y composición de ecosistemas.

En el marco de la defensa de sus derechos se podrá demandar, por vía judicial o administrativa, la prohibición o condicionamiento de descargas de aguas residuales, desechos sólidos, líquidos o gaseosos provenientes de fuentes industriales o domésticas; la inversión en proyectos de descontaminación y mejora de infraestructura de acueductos por parte de los entes territoriales y autoridades ambientales  según corresponda; la reglamentación de vertimientos; revocación de licencias o permisos ambientales por reiterado incumplimiento de la normativa ambiental y de las obligaciones impuestas por las autoridades ambientales; la declaración de Reserva y Agotamiento; la inversión en procesos de restauración de cuencas, ríos o fuentes hídricas, entre otras acciones.

Los ríos y otras fuentes hídricas estarán representados legalmente por el gobierno nacional a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, las comunidades étnicas, afrocolombianas y campesinas establecidas en la cuenca de un río o fuente hídrica, así como por organizaciones ambientales urbanas en aquellas cuencas donde se encuentren localizados grandes centros urbanos.

Las comunidades étnicas, afrocolombianas y campesinas establecidas en la cuenca de un río o fuente hídrica, así como las organizaciones ambientales urbanas u organizaciones de base, sin importar su naturaleza jurídica, conformarán las respectivas comisiones por cuenca y deberán escoger a sus representantes a través de un proceso transparente y participativo.

Nuestro proyecto de ley, establece directrices para la gestión del agua frente al cambio climático; actualiza las figuras jurídicas de reserva y agotamiento incluidas en la legislación colombiana para hacer más efectiva la protección y defensa de los ríos y otras fuentes hídricas de Colombia.Propone unas reformas necesarias a instancias de participación ciudadana para hacer más efectiva la gestión integral del agua, reforzando los derechos de acceso que incluyen el derecho a la información, la participación y la justicia ambiental, a la luz del Acuerdo de Escazú y el principio 10 de la Declaración de Río de 1992.

Sistema Nacional de Conservación y Protección Integral de Ríos Sujetos de Especial Protección.

 Una ley innovadora que permite la creación del Sistema Nacional de Conservación y Protección Integral de Ríos Sujetos de Especial Protección. Los ríos que por sus condiciones ambientales, hidrogeológicas, paisajísticas, históricas, ecológicas y culturale excepcionales pueden ser designados para entrar en este sistema, serán  sujetos de especial protección.

¿Qué quiere decir esto? Aquellos ríos que cumplan con ciertas condiciones especiales que los diferencien de los demás podrán entrar en éste sistema cuyo propósito es ofrecer una protección reforzada. Se intensificará la protección que entraría en vigencia desde la fecha de aprobación de la ley a los ríos que hayan sido reconocidos por vía judicial como sujetos de derechos a aquellos ríos y fuentes hídricas que en el marco de lo establecido sean designados al sistema de protección especial.
¿Quién podrá solicitar su designación para entrar al sistema? La designación de los ríos que posean las características mencionadas anteriormente y su registro en el Sistema procederá por solicitud directa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, las autoridades ambientales, el Procurador Ambiental Delegado, el Gobernador del departamento donde se encuentre localizado el río o cuerpo de agua del que se predican sus especiales o excepcionales condiciones para formar parte del Sistema, por solicitud de los Consejos de Cuenca, por los Guardianes de los Ríos y por los movimientos o colectivos ambientales que presenten la solicitud suscrita por 500 ciudadanos o más debidamente identificados, o por 100 organizaciones ambientales o defensoras de derechos humanos legalmente constituidas.
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Participa en ésta iniciativa ciudadana y hagamos que juntos los ríos de Colombia fluyan libremente.

Somos un movimiento ciudadano global, unido para salvaguardar las cuencas hidrográfica y promover la ley de protección los ríos.

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Alberga156 tipos de ecosistemas naturales y 49 ecosistemas transformados. Estos diversos ecosistemas brindan un hábitat para una extraordinaria variedad de especies. Para ponerlo en cifras, aquí viven: 4.899 especies de plantas, 1.300, de aves; 1.000, de peces; 250, de mamíferos; 100, de anfibios; 119, de reptiles; 52.700, de insectos; y 4.800, de hongos.

Buscar oro para tocar música

Vinimos acá entre amigo de una banda musical, y queremos sacar “orito” para comprar unos instrumentos de música para la banda! Es la única forma de alcanzar nuestro sueno.

Porque la única otra alternativa para nosotros es vivir de un jornal trabajando en una finca… Pero pues nada que ver con estas dragas grandes o explotación illegal industrial…Ellos si se llevan todo, el oro, el rio, las montañas… Y ni siquiera hablo del mercurio que riegan en el agua.

Pescar su vida en el magdalena

Cada día el grupo de pescador del Banco, se reúne sobre las orillas de este brazo del Rio Magdalena par pescar a punta de trallazo coordinados.

A pesar de que la pesca sea la fuente de ingreso principal para milles de Colombianos, no existes medidas que garantizan la sostenibilidad del recurso pesquero de Colombia. La contaminación, la destrucción de los ecosistemas y la sobre pesca amenazan hoy en día la seguridad alimenticia de una grand parte de la población nacional

Vivir cerca a la industria de Sogamoso

El agua es en muchos casos un elemento vital para la producción de bienes industrial. El textil, la industria metalúrgica, y la producción de productos químicos son unas de las principales fuentes de contaminación de las aguas subterránea y superficiales en Colombia.

En Boyaca, los habitantes de las riveras del rio Chicamocha no pueden ni bañarse con el agua que llega a sus casas. Las imponentes fabricas que prosperan en este valle utilizan el agua limpia del rio para sus procesos industriales, y la devuelven cargadas de numerosos componentes químicos y metales pesados que transforman este liquido vital para la vida, en un veneno mortal.

Te has preguntado ¿De dónde viene la luz?

Cada vez que prendemos un bombillo, o que encendemos un aparato eléctrico, tenemos que recordar de dónde proviene esta electricidad.

El 70 % de la energía Colombiana proviene del represamiento de los ríos. Por eso, si quieres cuidar a los rio, es vital que haga todo lo posible para ahorrar energía! El crecimiento de la demanda energética del país genera argumentos favorables a la proliferation de obras hidroeléctricas, y generan danos ambientales y conflictos sociales que pueden ser evitados solo por el hecho que tu apagas las luces que no necesitas!

Trabajador de hidroituango

“Eso es mas complicado que se parece” cuenta un trabajador de la obra hidroeléctrica de Hidroituango, mirando el cauce del Rio Cauca pasando por el vertedero, y no por las turbinas.

El proyecto hidroeléctrico que hubiera sido el mas potente de Colombia sigue siendo sin funcionar. Después de este genocidio incensario de unos de los ríos los mas significativo de Colombia, y los peligros y afectaciones a numerosas comunidades y municipios, es indispensable repensar nuestra dependencia como país sobre a hidroelectricidad.

Areneros de barrancabermeja

Desde los primeros rayos del sol, una multitud de barcos areneros se aventuran hacia las playas sumergidas del rio para extraer arena.

Este material es vital para todas las obras que contienen cemento en el país, y es traído desde las montañas por la erosión ocasionada por los flujos naturales del agua. Este modo de subsistencia contrasta fuertemente con las instalaciones petroleras que invadieron poco a poco el paisaje desde 2 décadas. Sin embargo, ambos son pilares de desarrollos en Colombia.

Me voy a tomar un baño

La mayor parte de la población colombiana vive en un contexto urbano. A pesar de ser desconectado del entorno natural, nuestras ciudades son dependientes de la fuentes hídricas que las rodean.

Por ejemplo, una cuidad como Bogota consume cada mes, un promedio de 7 millones de metros cúbicos de agua. En este sentido, cada habitante debería ser interesado en los temas relacionados con la protección de los ríos!

Vivir sin agua en la Guiajita

Colombia es unos de los país más abundantes en agua. Sin embargo, la disponibilidad de este recurso no es igual en todas las regiones. La guajira tiene graves problemas para abastecerse en aguas potables.

La llegada de grandes empresas mineras, y la construcción de represas en las vertientes montañosas del departamento han generado una escasez de agua dentro de las poblaciones tan severas, que hombres, mujeres y niños han muertos por milles. Este genocidio nos demuestra cómo la falta de gestión del agua, y la codicia de empresas privadas, pueden ser fatales a vidas humanas.

Su cuenca tiene una superficie de casi 989 000 km², de los que el 65 % corresponden a territorio venezolano y 35 % a territorio colombiano.

Entre los departamentos de Meta (39,98 %), Casanare (13,99 %) y Arauca (5,47 %) se produce cerca del 60 por ciento del petróleo en el país. Igualmente, la producción de biocombustibles a base de caña de azúcar (para la gasolina) o aceite de palma (para ACPM) ha experimentado un rápido crecimiento. Sin embargo, es importante destacar que tanto la industria petrolera como la agricultura pueden generar una fuerte contaminación en las fuentes hídricas.

Colombia se destaca como el único país entre aquellos que comparten una parte de la cuenca amazónica que no ha construido represas en sus vertientes amazónicas. Esta situación convierte a nuestro país en una fuente de esperanza para el futuro del río más importante del mundo, ya que su estabilidad ecológica depende en gran parte de la conectividad entre los Andes y los llanos amazónicos. La ausencia de represas en las vertientes amazónicas de Colombia es un aspecto significativo en términos de conservación y preservación de este valioso ecosistema. Las represas pueden tener impactos negativos en la biodiversidad, alterar los flujos naturales de agua y afectar los ecosistemas acuáticos y terrestres.

A lo largo de su recorrido, y por todos sus afluentes, el crecimiento demográfico y económico se realiza gracias a los beneficios que nos brindan el Rio Magdalena. Sin embargo, sus recursos no son sin limite, y numerosas tragedias sociales y ambientales han devastadas el Rio.

Los Andes y la Amazonia mantienen una relación simbiótica fundamental. Este paisaje es la definición misma del ciclo del agua. El calentamiento solar provoca la elevación de grandes masas de aire húmedo desde el bosque amazónico. A medida que estas nubes chocan contra las montañas, se producen precipitaciones. Estas lluvias son vitales, ya que los ríos andinos arrastran minerales, materia orgánica y semillas desde las alturas hasta los llanos amazónicos, enriqueciendo la selva y generando la humedad necesaria para la formación de nuevas nubes. Este proceso hidrológico y de transporte de nutrientes es esencial para la salud y el equilibrio del ecosistema amazónico. La conexión entre los Andes y la Amazonia permite la circulación de recursos vitales, como los minerales y la materia orgánica, que son fundamentales para la fertilidad de los suelos y el crecimiento de la vegetación en la selva. Además, la diversidad de especies de plantas y animales en los Andes y la Amazonia se complementa entre sí, formando un sistema interdependiente. Muchas especies de plantas dependen de la dispersión de semillas realizada por animales que migran entre estas dos regiones. A su vez, los animales encuentran alimento y refugio en los diferentes hábitats que ofrece este paisaje diverso.

En la Amazonía colombiana, reside una significativa cantidad de pueblos indígenas, quienes habitan principalmente en extensos territorios de propiedad colectiva conocidos como resguardos. Estos resguardos gozan de protección constitucional y se les concede la condición de inalienables, imprescriptibles e inembargables. Actualmente, existen 178 resguardos que abarcan aproximadamente 25 millones de hectáreas, lo que representa más del 50% del bioma amazónico colombiano.

La presencia y el papel de los pueblos indígenas en la Amazonia colombiana son de vital importancia tanto desde el punto de vista cultural como ambiental. Estas comunidades han desarrollado un profundo conocimiento ancestral sobre la selva y sus recursos, y han mantenido una relación armoniosa con el entorno natural a lo largo de generaciones.

La Cuenca Atlántico está compuesta por seis cuencas: Atrato, Sinú, Guajira, Litoral, Urabá y Catatumbo. Todos estos ríos desembocan en el mar Caribe. La naturaleza fragmentada de esta macro-cuenca, formada por cuencas independientes y no interconectadas, presenta desafíos en términos de gestión. Es necesario considerar soluciones y planes de manejo específicos para cada una de estas cuencas, ya que cada una enfrenta condiciones y problemáticas particulares.

El río Atrato se convirtió en el primer río declarado sujeto de derecho en Colombia. Este hito histórico se logró en 2014 gracias a una iniciativa ciudadana independiente y representa un importante avance en el reconocimiento de los derechos de la naturaleza en el país. Sin embargo, dado que el río no puede expresarse por sí mismo, son los ciudadanos quienes deben asegurar su representación y defensa. Este proceso enfrenta grandes dificultades debido a la falta de recursos disponibles para aquellos que se dedican a hacer valer los derechos de este río.

La Guajira es la principal productora de carbón en Colombia. Lamentablemente, también es una de las regiones más áridas del país. Las áreas de explotación minera requieren el riego constante con agua para controlar el polvo de carbón que se genera y que afecta la calidad del aire. Sin embargo, dado que el agua es un recurso escaso en la región, no se dispone de suficiente cantidad para satisfacer las necesidades de las comunidades locales y garantizar una vida digna. Esta situación crea dificultades y desafíos para el acceso y la disponibilidad de agua, así como para el bienestar de las poblaciones locales.

La cuenca del Pacífico se define como el área drenada por los ríos que desembocan en el Océano Pacífico. Al igual que la cuenca Atlántica, está compuesta por una multitud de ríos de diversos tamaños, lo que la convierte en una región de gran riqueza hídrica y biodiversidad.

Las precipitaciones en esta región son abundantes y constantes a lo largo del año, lo que contribuye a su exuberante vegetación y biodiversidad. Las montañas que se extienden cerca de la costa actúan como barreras naturales, obligando a las masas de aire cargadas de humedad a elevarse y liberar su contenido en forma de lluvia. La lluviosidad en la región Pacífica puede ser intensa, con registros que superan ampliamente los promedios nacionales e incluso internacionales. Se estima que en algunos lugares de la costa pacífica colombiana se pueden recibir precipitaciones de hasta 12 metros cúbicos de agua por año, lo que la convierte en una de las regiones más húmedas del mundo.

Esta abundante lluvia tiene un impacto significativo en la flora y fauna de la región. La selva tropical y los manglares se benefician de esta constante humedad, lo que contribuye a la existencia de una gran diversidad de especies vegetales y animales. Además, los ríos que atraviesan la región se nutren de estas precipitaciones, lo que los convierte en importantes fuentes de agua dulce y en ecosistemas ricos en vida acuática. Sin embargo, la alta lluviosidad también presenta desafíos, como la erosión del suelo, deslizamientos de tierra e inundaciones.

Estos fenómenos naturales pueden afectar las comunidades locales y sus actividades, como la agricultura y la pesca. Es importante gestionar adecuadamente los recursos hídricos y tomar medidas para prevenir y mitigar los riesgos asociados con las fuertes lluvias en la región Pacífica de Colombia.

Las abundantes lluvias, la condición tropical y su aislamiento han contribuido para hacer la cuenca del Pacifico como una de las más diversas del planeta : 9000 especies de plantas vasculares, 200 de mamíferos, 600 de aves, 100 de reptiles 120 de anfibios.

El río Magdalena es una auténtica columna vertebral para el desarrollo de Colombia. El 55.8% del agua utilizada en la agricultura, el 72% del agua utilizada en la ganadería y el 80% de la producción hidroeléctrica provienen de esta cuenca. Sin el río Magdalena, el país no habría experimentado el desarrollo que conocemos hoy en día. Este río ha sido crucial para la producción de alimentos, la generación de energía y el impulso de actividades económicas clave. Además, ha sido una importante vía de transporte, conectando diferentes regiones y facilitando el comercio. El río Magdalena es un símbolo de la historia y la identidad de Colombia, y su importancia es innegable en el desarrollo y progreso del país.

En Colombia, la mayoría de la electricidad se genera a través de plantas hidroeléctricas. Sin embargo, gran parte de estas infraestructuras se encuentran ubicadas en el río Magdalena y sus afluentes, lo que ha provocado una fragmentación irreversible en esta cuenca. Los impactos acumulativos de estas obras han alterado de manera permanente las fluctuaciones naturales de los niveles de agua y han interrumpido el flujo de sedimentos vital para los ecosistemas ribereños y la reproducción de los peces en el río Magdalena. Aunque la generación hidroeléctrica ha sido una fuente importante de energía para el país, también es necesario considerar los impactos ambientales y sociales asociados.

Una vida en zonas costeras

Jorge ha vivido toda su vida en el delta del Sinu. Su belleza no deja de maravillarlo, y eso sedimentos fértiles que inundan el delta le permite recolectar abundantes brazadas de arroz. Mientras que el mar le prove cada dia con grandes cualidades de peces para el desayuno. Sin embargo, recuerda que la generosidad del delta de hoy, es solamente la sombra de lo que le deba este ecosistema hace 30 anos. En 187222 el Rio Sinú fue represado, inundando y desplazando comunidades indígena, y afectando el rio y todos los que vivían en sus orillas hasta el mar. Un ejemplo tristemente contundente de las profundas transformaciones que imponen las represas sobre los territorios, así sean lejanos.